11. No dañes a una persona de buena voluntad

11. NO DAÑES A UNA PERSONA DE BUENA VOLUNTAD

A pesar de la insistencia de los hombres perversos, de que todos los hombres son perversos, hay a nuestro alrededor muchos hombres buenos y también muchas mujeres buenas. Tal vez has tenido la fortuna de conocer a algunos.

De hecho, la sociedad funciona gracias a hombres y mujeres de buena voluntad. Los funcionarios, los líderes de opinión, quienes laboran en el sector privado y desempeñan su trabajo, son en su gran mayoría, personas de buena voluntad. Si no lo fueran, hace mucho que hubieran dejado de prestar sus servicios.

Es fácil atacar a estas personas: su misma decencia les impide protegerse lo necesario. Sin embargo, la supervivencia de la mayoría de los miembros de una sociedad depende de ellas.

El criminal violento, el propagandista, los medios masivos de comunicación que buscan sensacionalismo, tratan de distraer nuestra atención del hecho firme y cotidiano de que la sociedad no funcionaría en absoluto si no fuera por las personas de buena voluntad. Debido a que vigilan las calles, aconsejan a los niños, toman la temperatura, apagan incendios y hablan con sentido común y en voz baja, es posible que no nos demos cuenta de que las personas de buena voluntad son las que mantienen al mundo en marcha y al Hombre vivo sobre esta Tierra.

Sin embargo se les puede atacar y se deberían recomendar y tomar medidas rigurosas para protegerlas y evitar que se les dañe, ya que tu supervivencia y la de tu familia y tus amigos depende de ellas.

El camino a la felicidad
se sigue con mucha más facilidad cuando
apoyamos a las personas
de buena voluntad.


  1. voluntad: facultad del alma con la que quiere o elige unas cosas y rechaza otras, y gobierna los actos del ser animado por ella. Tradicionalmente, “hombres de buena voluntad” significa aquellos que tienen buenas intenciones hacia sus semejantes y trabajan para ayudarlos.