16. SÉ INDUSTRIOSO
El trabajo no siempre es placentero.
Pero pocas personas son más infelices que las que llevan una existencia sin propósito, ociosa y aburrida: los niños se quejan con la madre si no tienen algo que hacer; es legendario el abatimiento de los desempleados, aunque cuenten con “beneficencia” o el “subsidio”; el jubilado, sin nada más por lograr en la vida, perece a causa de su inactividad, como lo muestran las estadísticas.
Aun el turista, atraído por la agencia de viajes que le invita a descansar, le causa problemas al director del viaje, si este no lo mantiene activo.
Las penas pueden aminorarse con sólo ocuparse de algo.
El estado de ánimo se eleva a mayores alturas cuando una persona logra algo. De hecho, se puede demostrar que la producción es la base de la moral.
Quienes no son industriosos, dejan caer la carga del trabajo en quienes los rodean. Ellos tienden a sobrecargarlos.
Es difícil convivir con personas ociosas. Además de deprimirnos, también pueden ser un poco peligrosas.
Una respuesta práctica es convencerlas a decidirse por alguna actividad y lograr que se dediquen a ella. Se encontrará que los beneficios más duraderos surgen del trabajo que conduce a una producción verdadera.
El camino a la felicidad es
una carretera cuando incluye la cualidad de ser industrioso
que conduzca a una producción tangible.
- industrioso: que se aplica con energía al estudio o al trabajo; que lleva a cabo las actividades con iniciativa y determinación; lo opuesto a quien está ocioso y sin hacer nada.
- beneficencia: bienes o dinero que da un organismo gubernamental a la gente necesitada o pobre.
- subsidio: término usado en algunos países para beneficencia del gobierno.
- producción: la acción de terminar algo, una tarea, un proyecto o un objeto que es útil o valioso, o que simplemente vale la pena hacer o tener.