Como núcleo de coordinación central de todas las actividades de El Camino a la Felicidad, la Fundación opera una red creciente de oficinas continentales y regionales. Estas, a su vez, ayudan a miles de personas y grupos a distribuir los folletos en sus propias zonas geográficas.
Para satisfacer la creciente demanda, la Fundación de El Camino a la Felicidad funciona con instalaciones de diseño gráfico e imprenta innovadoras en su sede internacional. Los folletos con diseño de portada personalizada se producen en cualesquiera de los 109 idiomas, dando la posibilidad a las personas, familias, grupos, corporaciones y agencias de distribuir El Camino a la Felicidad con su propio nombre y logotipo.
La Fundación también otorga derechos de reimpresión a corporaciones, equipos deportivos, fuerzas de seguridad y otras organizaciones y personas para imprimir grandes cantidades para la distribución masiva a escuelas, comunidades o a lo largo de países enteros.
Los 21 preceptos de El Camino a la Felicidad fomentan la bondad, la honestidad y las destrezas básicas del vivir, ayudando a prevenir el consumo de drogas y preservar la unidad familiar. Es un mensaje que ha cambiado millones de vidas no predicando, si no haciendo un llamamiento de sentido común a la bondad básica que hay dentro de cada persona.
El folleto invita y promueve la responsabilidad hacia nuestros semejantes a lo largo de los vecindarios, comunidades y por supuesto, en el mundo.
En el lugar de trabajo: durante tres décadas, El Camino a la Felicidad ha mejorado significativamente la actitud, la conducta y las destrezas para resolver problemas de los empleados.
En las calles: la efectividad de El Camino a la Felicidad como herramienta de prevención del crimen ha inspirado a las fuerzas de seguridad, el clero y consejeros juveniles a distribuir el folleto en sus comunidades como disuasor del crimen y la violencia.
En tiempos de disturbios y guerra: cuando se han interrumpido las rutinas de la vida cotidiana y las fronteras de lo correcto y lo incorrecto son borrosas, El Camino a la Felicidad ha llevado calma, tolerancia y respeto a poblaciones devastadas en zonas de conflicto.
Ayudando a los jóvenes: El Camino a la Felicidad ayuda a los jóvenes a decidir por sí mismos cómo desarrollar su propia brújula de principios morales. Siendo la motivación para numerosos proyectos basados en la juventud, El Camino a la Felicidad da a los jóvenes adultos una pauta activa en el desarrollo de la responsabilidad, la confianza y la decencia.
Un impulso importante de la Fundación de El Camino a la Felicidad es ayudar a los alumnos a desarrollar pautas de comportamiento de lo correcto y de lo incorrecto; pautas que pueden utilizar para trazar un futuro exitoso.
La Fundación patrocina numerosas actividades para jóvenes, incluyendo concursos de pósteres y de redacción y el Certamen de Da un Buen Ejemplo, que ha llegado a 12 000 escuelas y 12 millones de estudiantes. Los resultados son entornos en el hogar más positivos y comunidades más seguras.